Arte

Tenía El Rostro Perfecto.


Él tenía el rostro con la boca perfecta
sus labios gruesos como dos mares impuros
sus ojos perlas negras en la tanga roja del día,
voz de campana en el aire
semen dulce sus palabras.

Él tenía el rostro con la boca perfecta
lo besé con más tacto
le dejé la sombra de mi anillo.
No lloré su partida
no sentí amor en su sangre
giró su pecho en espirales turbias.

Lo vi, lo sentí cercano
no sabía su nombre
era bello
su boca era perfecta.
Desde primer momento
supe detestarlo con mis ropas azules
lo besé con mis puños como perro cansado
lo exprimí en el concreto como zumo de sangre
no sentí amor
no sentí lástima
tenía el rostro con la boca perfecta
para golpearla.


Por Ramiro López

 



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